y entone aquella alegre melodía,
que no deje de brillar tu sonrisa,
que no acabe éste día.
Pero cuando descansemos mirando
desde la ventana al fondo del corredor...
todo terminará cuando suene el despertador.
Si las primeras gotas de lluvia
anuncian nuestra paz mental,
bailaremos la danza prohibida
sin conocer nunca su final.
Pero cuando el viento deje de soplar a nuestro favor...
todo terminará cuando suene el despertador.
Y entonces, me di cuenta
de que el alba aún nos espera,
ojalá el cielo hablara,
ojalá la tierra advirtiera.
Entonces dime, cariño, ¿hasta cuándo durará nuestro amor?
Si sé que me olvidarás cuando suene el despertador.
Es triste... ¿no deseas a veces aniquilar el tiempo? Detenerlo en un instante... quedarte para siempre con esa sonrisa. Debemos aprovechar cada ínfimo momento, incluso sabiendo que tocará a su fin, tal vez algún dia ese despertador no llegue a sonar, pero eso...¿quién lo sabe?.
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