Sé que no es fácil andar
sobre las piedras que tapan el camino.
Cuando las pisas desaparecen y te dejan caer,
y una vez más, volver a empezar.
Pero cada noche
yo te estaré esperando.
Limpiaré tu sudor con mi aliento
y mi calor será el tuyo.
No señalo,
no juzgo,
comprendo, escucho.
Hace tiempo que me di cuenta
de que eras parte de mí.