viernes, 1 de julio de 2011

¡Escucha!

Siempre me he preguntado por qué tendemos a fijarnos en las cosas que menos nos importan. Una conversación ajena en el metro, los zapatos de esa mujer, la verruga de la bruja... esos pequeños detalles que nunca pensamos que, pasen o no pasen desapercibidos, nunca nos afectarán en nuestra vida y, sin embargo, nos lleva la vida saberlas.

¿Es por ego? Posiblemente. Nuestro deseo de ser mejores no está impulsado por el afán de ayudar al prójimo, sino de estar por encima de alguien y sentir que no somos el último peldaño de esta cadena alimenticia que llamamos Sociedad. No hacemos lo que nos gusta, hacemos lo que les gusta a aquellos que consideramos que pueden juzgarnos, unas personas que en su día también fueron juzgadas. Porque queremos un lugar y tenemos miedo a la soledad y al silencio, porque cuando se acabe este mundo, queremos salir en los créditos sin haber hecho nada. Y así, nuestra vida se rige por ello, encontrar la felicidad en los halagos de gente que seguramente un día desaparecerán de nuestras vidas, porque nunca se han molestado en escuchar.

Escuchar, una palabra extraña, tanto como puedan serlo todas las que tengan la vieja letra "ché", que en paz descanse. Escuchar es la mejor medicina para nosotros y para los que nos rodean, y por ello seguramente sea algo que se haya perdido tantísimo con el tiempo. Nos hemos vuelto gente que tiene que hacer demasiadas cosas para sobrevivir como para pararnos a escuchar, y entramos en un bucle en el que no sólo no escuchamos, sino que no somos escuchados.

Amigo, te sorprendería saber cuánto puedes alegrarle la vida a alguien simplemente escuchándole. Pregúntale a tu madre qué tal ha pasado el día. Sonríe. Puede que no te interese mucho lo que te pueda decir, que lo consideres demasiado banal, pero no hay nada de banal en hacer feliz a alguien. Tus mayores tienen muchas historias que contar. No esperes a que tengan que encontrar el momento para decírtelo: pregúntales.

Escucha a tu alrededor y te darás cuenta de todo lo que te estás perdiendo. Tu perro pasea por la casa con paso lento, dedícale un momento. Tu padre, aquel que ves siempre más alto que tú, la autoridad, está ahí. Ve con él, haz que se ría, seguramente su vida es demasiado complicada. Puede que tengas hermanos, ellos pueden ser tus mejores amigos. Escúchales, seguramente creías conocerles mejor.

Escucha. El mundo te habla a cada momento.


1 comentario:

  1. A veces nos perdemos el escuchar a los demás por miedo a que ellos nos escuchen a nosotros.
    Es posible que dejemos escapar la oportunidad de hablar con alguien, por timidez, inseguridad… (y yo la primera, aunque intento luchar contra ello). He viajado mucho en autobús y me ha pasado el sentarme al lado de alguien y ver que leía cierto libro o escuchaba cierta música… y quedarme con las ganas de iniciar una conversación. Tal vez la otra persona se alegrara y agradeciera mis palabras (o quizás todo lo contrario, jeje).

    En relación a esto último, recuerdo una vez, estando en el autobús, acababa de hablar por teléfono con una amiga y le había comentado algo sobre algún concierto o grupo heavy/metalero. Cuando colgué, la persona de al lado me preguntó “perdona, ¿te gusta esta música?”. Eso bastó para desencadenar una hora y media de conversación y viaje entretenido :)

    Una vez, una persona me dijo, con total convencimiento, (y son palabras que recuerdo a menudo) que el mundo sería un lugar mejor simplemente si todos nos diéramos los buenos días por la mañana. Yo también lo creo así, ¿tú qué piensas?.

    Vamos por la calle y a penas nos paramos a mirar con quien nos cruzamos… A mí me hace feliz ir por la calle y que, de pronto, cualquier persona aparecida de la nada me mire y me sonría. Es fácil hacer felices a los demás y a uno mismo.

    Creo que uno de los peores sentimientos que existen es el de dejar algo pendiente por decir y no poder hacerlo nunca más. A mí me ha pasado, y por eso intento no volver a cometer el mismo error de nuevo.

    Por eso, para mí, tan importante como escuchar, es comunicar.

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