sábado, 25 de junio de 2011

Tú y mis circunstancias

Tranquilidad,
una copa de vino tinto
y un grito en la oscuridad,
fantasmas en una habitación
a la que no volveré a entrar.

Dos centellas que desquebrajan
los muros de mi soledad,
toca a mi puerta, suave,
y si nunca recibes respuesta
déjame en paz.

Miro al espejo,
nada nuevo puedo contemplar
porque me lo arrebatas,
me robas mi propia vida
y pretendes que te dé las gracias.
¿Hasta dónde puedes llegar?

Lléname la copa,
prefiero esperar
a que te tropieces
con la melodía del infierno,
una pieza compleja, mi música,
que tú no sabrás bailar,
que tú no podrás bailar.

Un grito en la oscuridad...
es tu voz la que suena,
lo lamento... otra vez será.

No hay comentarios:

Publicar un comentario